Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo primogénito varón será consagrado al Señor»… (Lc 2, 22-40).
Según la tradición judía, a los 40 días del nacimiento de un hijo (en caso de ser varón) este debía ser presentado en el Templo y, a su vez, su madre acudía para ser purificada puesto que, tras el parto, quedaba impura y no podía asistir a los actos religiosos públicos. Según el evangelio de Lucas, durante la presentación de Jesús, Simeón, un hombre lleno de Espíritu Santo al que Dios había prometido no morir sin ver al Mesías, tomó a Jesús en sus brazos y bendijo a Dios a la vez que sentenciaba a María, «una espada de dolor atravesará tu alma».
sos 40 días, contados desde la festividad de la Natividad, celebrada el 25 de diciembre, se cumplen hoy, 2 de febrero.
Y es precisamente esta festividad, de la Candelaria o de la Luz, la que la Hermandad Matriz de Almonte, celebra durante este fin de semana con una vigilia (santo rosario por la aldea y eucaristía) así como la presentación de los niños nacidos durante el año para ofrecerlos a la protección de la santísima Virgen del Rocío.
Foto de portada: La Purificación de la Virgen o La Presentación en el Templo, obra de Luis de Morales. Museo del Prado.